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miércoles, 10 de marzo de 2010

Feather's Wing - 4. Disculpa

Totalmente increíble "Roy se comería mi corazón pero primero debía cederlo", ¿Como uno cede el corazón? era totalmente ilógico y absurdo, los vampiros y licántropos, los seres míticos que me menciono, los extraños objetos, todo era completamente ridículo. Recordé un articulo en Internet, no lo había encontrado intencionalmente pero aun así los vi, no se trataban sobre criaturas sobre-naturales pero si de algunos objetos extraños, me pareció increíble hasta que vi unas imágenes de ellos y termine admitiendo que si existían ciertos objetos "mágicos".
Estaba frente a Bond, quizás muy cerca pero sentía curiosidad por lo que el me pudiera contar por absurdo que fuera, cada mano suya estaba a los costados de mi cabeza aprisionándome, extendió otra vez su sonrisa y me observo fijamente, quizás deseaba ver en mis ojos lo que en ese momento pensaba o esperaba mi reacción.
En ese momento sentí como una flecha atravesaba mi cabeza internándose completamente por mi cerebro hasta sacar su punta por el otro extremo de mi cabeza, el dolor que sentí fue demasiado repentino y se fue tan rápido que no tuve tiempo para gritar pues el dolor que sentí fue una tortura, hubiera preferido que me mataran aunque no dure mas de un segundo, me dejo totalmente en shock y no me podía mover.
No me había fijado que no había sido la única, mire la expresión de Bond, por no mas que un segundo su rostro cambio por completo, abrió los ojos mas de lo normal, ahora no tenia la gran sonrisa que tanto me molestaba si no una mueca de dolor, se quedo congelado por ese segundo y yo le observe fijamente, luego mire a mi alrededor y vi que los mas cercanos a nosotros habían sentido lo mismo que sentí yo.
Bond se aparto de mi por lo menos un metro y medio, volvía a tener la misma expresión de siempre solo que ahora tenia los ojos algo mas oscuro, seguí su mirada hasta encontrarme con Roy que le miraba fijamente, estaba al lado contrario de donde se encontraba Bond de mi como si este quisiera mantenerse lo mas alejado de el...
- ¿Y como te a ido Nadia?- le pregunto Bond a la chica que estaba al lado de Roy
- Bastante bien, tanto que me dan ganas de sacarte la cresta de felicidad- respondió esta con un tono apagado
Bond le miraba con una gran sonrisa en su rostro, dirigí mi mirada a Roy que se acercaba cada ves mas a mi, note como Bond se alejaba tantos pasos como daba Roy, este me tomo por la cintura acercándose bastante a mi cuerpo hasta que sus labios alcanzaron mi oído...
- Vámonos
Su voz seguía haciendo que unos escalofríos recorrieran mi cuerpo pero esta vez su voz no sonaba tan dulce, sonaba bastante preocupado como si algo en ese lugar le molestara bastante.
Me dio un empujón por la espalda haciéndome avanzar fuera del pasaje, no quise mirar atrás y seguí caminando al lado de Roy, tenia la cabeza gacha, miraba el cemento del suelo, los miles de cuadrados que hay habían, seguramente Roy estaría enojado, me sentía culpable aun sin saber exactamente el porque pero sentía que estaba enojado en parte por mi culpa, me sentía bastante mal, no podía decir palabra pues estaba demasiado cohibida, me sentía bastante feliz en presencia de Roy pero esa felicidad era sobrepasada con creces por la culpa que en ese momento sentía.
Una tonelada me pesaba, sentía demasiada presión y caminábamos bastante rápido, Roy tenia una mano en mi espalda apresurándome un poco mas, le hubiera alegado que no podía ir mas rápido pero mi cobardía me gano.
El silencio permanecía inquebrantable y cada vez aumentaba mas la presión, sentía que caía en un pozo sin fondo y no podía parar.
Estaba demasiado sumida en mis pensamientos y no me di cuenta de que ya habíamos llegado el metro, bajamos las escaleras y al llegar a la zona de pago me tomo por la cintura y me dio un abrazo.
Sentía su calor, yo rodee su cuello con mis brazos y permanecimos asi unos segundos, su respiración acariciaba mi cabello, permanecí lo mas quieta que pude disfrutando lo mas que pude ese momento hasta que Roy me aparto y mi observo fijamente, yo hice lo mismo, en esos momento tenia los ojos fucsia, tenia un leve dejo de preocupación en su expresión...
- Lo lamento, no voy a poder acompañarte- su mirada se torno triste- no quiero que te involucres en asuntos que no son... bueno... no te quiero poner en peligro
- De… ¿De que estas hablando?
- Te dejare hasta aquí… lo lamento- se acerco y me dio un beso en la mejilla- adiós
- Roy...
Pero antes de decir su nombre ya había dado media vuelta y se había marchado, yo seguí sus pasos con la mirada hasta que se perdió por los pasillos de aquel laberinto.
Me sentía totalmente confundida, no sabia que pensar "¿a que asuntos se refiere?¿ponerme en peligro?" no sabia de lo que estaba hablando, no comprendía nada, quizás allí había alguien que me quería dañar por ser una amiga de el..."Bond" pensé por unos segundo.
Pague con mi pase y entre al tren rápidamente, había chocado con varias personas pues seguía sumida en mis pensamientos, no entendía completamente nada.
Por un lado Bond me dice que existen los seres míticos y por otro Roy me dice que no quiere ponerme en peligro, quizás Bond me estaba diciendo todas esas locuras para caer en su juego, quizás el me quería hacer daño y Roy me quería proteger "si, eso es" no encontraba otra solución, quizás una pero era demasiado absurda por lo cual la descarte, pensaba que quizás todo lo que me decía Bond era verdad y Roy no quería involucrarme en ese mundo, era demasiado absurdo.
Salí del metro y me coloque a mirar el suelo, una ves mi hermano me había dicho que esa posición se tomaba cuando una persona estaba pensando, eso era exactamente lo que hacia, estaba totalmente sumida en mis pensamientos, Bond me había contado cosas tan increíbles y de cierta forma las creía, siempre había tenido un cierto interés por ese tema y me costo demasiado el asimilar que eso era irreal, esa creencia volvió a mi pero seguía negándolo "in-cre-i-ble, absurdo, ridículo!" me decía a mi misma, pero lo que realmente me afecto fue lo que me dijo de Roy, devorar mi corazón luego de que yo lo cediera, la verdad no creía en esa respuesta pero tampoco en la que me dio Roy, si había recordado los extraños objetos que tenia Roy y quizás los vendía, creía en eso pero era lo único.
Doble en la esquina final, me faltaban dos cuadras antes de llegar a mi casa, seguía demasiado concentrada en mis pensamientos pero aun así observaba a la gente a mi alrededor, solo habían dos hombres que caminaban en dirección opuesta a la mía, conversaban y se reían, mientras tanto seguí sacando conclusiones, algunas tan absurdas y otras tan chocantes, no coincidían con nada.
Al pasar al lado de aquellos dos hombres me di cuenta de que despedían el fétido olor a alcohol, uno me tomo del brazo, el mas cercano a mi, el otro me tomo del otro brazo y me comenzaron a empujar en dirección a una planta que había cerca, era una bastante grande con una gran maseta, quizás un metro de ancho, quizás mas, y dos de alto que tenia la planta, yo puse resistencia y trate de gritar pero uno me tapo la boca, mire alrededor y no había nadie, esa calle era una de las calles mas solitarias de mi barrio, mi corazón comenzó a latir mas rápido de lo normal, sentía miedo.
Seguí forzado, tratando de que me soltaran pero me tenían agarrada de los brazos, tenia la sotana abierta si que trate de hacer todo lo posible para que esta se deslizara y me liberara pues aquellos hombres estaban tomando solamente la sotana y mi brazo del cual con un rápido movimiento me soltaría, me pude liberar de la sotana y tire de mis brazos para soltarme de aquellos individuos.
Salí corriendo lo mas rápido que pude, estos dos me siguieron hasta llegar a la esquina, o por lo menos eso fue lo que escuche de sus pasos, la cuadra restante me la pase corriendo hasta llegar a mi casa, toque el timbre y espere unos segundos, volví a tocar el timbre tres veces mas y al fin me abrieron, mi respiración seguía agitada por la maratón, me había abierto mi hermano y de cierta forma di gracias pues si hubiera sido mi mama hubiera tenido problemas, fui directamente a mi pieza y cerré la puerta con llave, mi hermano seguramente estaría con un amigo pues no me fue a preguntar la razón de mi llegada agitada y sin una prenda menos, una valiosa prenda que siempre había protegido, mi sotana.
Eran las 6:24 de la tarde, no tenia que hacer y eso me produjo cierto fastidio, quería mantenerme ocupada para no pensar en lo ocurrido, en lo perdido y lo que sucedió en el euro centro, nada que me distrajera me concedió su oportunidad si que saque mi mp3 y me coloque a escuchar la música que mas me gusta, lacrimosa, luego tome a mi peluche gigante y lo abrase, siempre que me sentía fastidiada, rencorosa, estresada, nerviosa o alguna otra emoción que me perturbaba tomaba a mi peluche, me colocaba de espalda y lo abrazaba quedándome ahí varios minutos hasta que se me calmaran los ánimos.
Me coloque a pensar en mis teorías, bastante absurdas pero todo ese asunto era absurdo si que no tenia nada de malo, me coloque a pensar en mi sotana, siempre la había defendido y nunca se la preste a nadie aunque me lo rogara, recordé recién entonces que Roy se había llevado lo que me había comprado, solté una leve risa pero no tuvo efecto alguno, estaba demasiado deprimida como para reír, seguramente a Roy también se le olvido y no hace mucho se había dado cuenta de esto.
Pensé en el rostro de Roy cuando me dijo que no quería que estuviera en peligro, su preocupación y luego su tristeza, me destrozo por dentro, no me había movido ni un centímetro y ya no sentía mis piernas, estaba totalmente relajada y concentrada en mis pensamientos hasta que poco a poco perdí la conciencia sumiéndome en mis sueños.
El sueño que tuve fue bastante corto, me encontraba sentada en un gran sillón, Roy estaba sentado al lado mío, este me dio un abrazo, observe como de la nada aparecía Bond y me miraba con esa gran sonrisa que ahora detestaba totalmente, justo en ese momento sentí solo un latido de mi corazón y luego silencio, mire atónita a Bond, Roy seguía pegado a mi, todo, excepto yo, Roy y Bond, se había vuelto blanco, escuche el silencio, como el silencio abarcaba todo, no sentía el mas mínimo ruido, ni siquiera la respiración o el latido, era como si el tiempo se hubiera detenido pero algo rompió el silencio, un goteo, no sabia exactamente de donde provenía y cada vez se hizo mas y mas acelerado hasta que sentí miedo, terror, caos dentro de mi, como si todos mis órganos estuvieran alborotados sin saber que hacer, luego todo se torno oscuro y no pude observar nada mas que el negro y luego escuche algo que hizo que despertara de golpe, un grito, el grito de una mujer como si hubiera visto al diablo en persona y peor, un grito de dolor que me estremeció totalmente.
Cuando me desperté había algo de luz que entraba por mi ventana, seguramente era temprano, estaba normalmente, abrazada de mi peluche aun con los audífonos puestos y la música sonando, estaba relajada y a la ves exaltada, estaba tranquila pues venia recién despertando pero la desesperación y el miedo me comían por dentro, me quede acostada por unos minutos escuchando la música y con la mente en blanco, luego observe el reloj, eran las 11:58 de la mañana, había dormido mas de doce horas, eso era exceso si que decidí levantarme altiro.
Me duche por un largo rato, ya vestida en mi pieza me pinte un poco.
Mi mama estaba ya en la cocina y mis hermanos debían de estar en la universidad, recordé que esta era la tercera semana de clases que tenia desde que entre al colegio a 1ºA, mi pase seguiría vigente y pagando $0 hasta mayo, dentro de 2 meses mas.
Ya estaba vestida para ir al colegio y me quede pensando unos segundos en que estaría haciendo Roy en ese preciso instante, luego me di unos pequeños golpes en la cabeza para no pensar mas en el.
La semana paso muy lenta, esos cinco eternos días me la pase diciéndoles a la Cecilia, la Damaris y la Javiera que las perdonaba pero que no quería nada con ellas, generalmente tenia algunas salidas los fines de semana pero este fue la excepción, había rechazado todas las ofertas por muy tentadoras, quería relajarme en casa y no hacer nada mas que dormir.
Ya el sábado aunque me había propuesto el dormir me levante, me bañe, me vestí y maquille, me coloque una minifalda con vuelos blanca, una blusa escotada blanca y unas botas, como todo lo demás, blancas.
Luego de almorzar me lave los dientes y me tire encima de la cama revisando canal por canal la televisión pero no encontré nada bueno.
Escuche como sonaba el timbre y me exalte, no me sentía con ganas de quedarme acostada pues necesitaba estar activa, me levante y me dirigí a la puerta de entrada, al abrirla me encontré solamente con la mochila que llevaba Roy el domingo pasado, estaba llena, seguramente de las cosas que me compro Roy, la tome y me la coloque en la espalda, luego dije al aire...
- ¿Que se supone que debo hacer ahora? ¿Ir a buscarte?
Sonó una risa que me estremeció, ya la conocía pero aun así me hizo temblar, Roy se paro enfrente de mi y me quedo mirando con una sonrisa en la cara, yo le devolví con mi rostro algo fastidiado, realmente estaba muy feliz de volver a verlo, toda la semana me cuestione si le volviera a ver pues nunca se conectaba, sentía como mi pecho se llenaba por alguna emoción pero se quedaba ahí y no expresaba ni con acciones ni con palabras, me las guardaba.
El estaba frente a mi observándome, si rostro cambio y ahora expresaba algo de tristeza, me observaba fijamente pero yo le esquive la mirada, en ese momento me coloque a pensar que me hubiera ido mejor si el me hubiera acompañado hasta mi casa y no hasta el metro...
- Lamento el no haberte acompañado
- Yo más
Le mire por unos segundos, en su rostro se notaba que estaba totalmente arrepentido y eso me hería totalmente, no quería que me mirara así, me sentía totalmente culpable pero el tenia en parte culpa, debía decirme la verdad, tenia que aclarar todas mis dudas...
- ¿Que debo hacer para que me perdones?
- No se
Hubo silencio por algunos segundos.
- Mírame por favor
Yo le estaba esquivando la mirada pues el mirarle me destrozaba el corazón, si le miraba podría perder la razón y perdonarlo sin que me aclarara nada, debía saber porque me había dejado, que eran esos asuntos, que rayos fue lo que me dijo Bond.
Opte por mirarle, cuando observe sus ojos estos tenían un tono fucsia y reflejaban el arrepentimiento, seguí mirándole aunque sentía que me venia abajo, sentía que en cualquier momento me desmayaba o le abrazaba, una de dos...
- Te invito al lugar que quieras, ahí podremos hablar mas tranquilos
Roy se coloco mas serio y observo a mis espaldas, yo también mire lo que se encontraba detrás mío y pude observar a mi hermano que le miraba con una cara de odio, recordé como había llegado el pasado domingo, el habría sacado sus conclusiones que no serian bastantes buenas...
- Esta bien
Subí rápidamente la escalera y le pedí permiso a mi madre, estaba tan ocupada que no creo que se haya dado cuenta cuando me dio permiso para salir, baje las escaleras, mi hermano seguía mirando a Roy con cara de desprecio y Roy le miraba seriamente, me dirigí a mi pieza y deje allí mi mochila, tome mis llaves.
Salí de la casa y cerré la puerta, no llevaba chaqueta encima, Roy cambio rápidamente su expresión, se notaba bastante satisfecho, ahora al mirarle al rostro no me sentía tan culpable, subimos a su auto y comenzó a andar, me miraba fijamente ignorando totalmente el camino...
- ¿Cuando dejaras de hacer eso?- le miraba fijamente- el ignorar el camino y mirarme mientras conduces
- No creo que lo deje de hacer… pero si te molesta- comenzó a mirar el camino- ¿A donde quieres ir?
Me quede pensativa unos segundos, donde podríamos ir, cualquier lugar estaba permitido pues el dinero no ponía limites...
- ¿Y tu sotana?
- Mm… - le mire incrédula
- Claro - se quedo en silencio unos segundos- entonces...
- Patronato - dijimos al unísono
Solté una risita y el me sonrío, me sonroje algo y le esquive la mirada, la tenia fija en la ventana, sentía que me seguía mirando y no le mire en un buen rato, decidí no preguntar nada sobre mis dudas por ahora, luego abría tiempo para eso, primero había que suavizar el terreno...
- ¿No te vas a aburrir?
- Si estoy contigo… nunca- soltó una leve risa- ¿seguimos jugando?
- ¿Jugando?- en ese momento recordé el "juego de preguntas"- claro
- Pues es mi turno- se quedo pensativo- ¿que fue lo que hiciste esta semana?
- ¿Que?
- Con tus ex-amigas
- Aps... - recordé los 5 eternos días - me mantuve lo mas lejos posible de ellas... ahora me toca a mi -recordé la pregunta anterior que me había echo - ¿Recuerdas la ultima pregunta que me habías echo?
- ¿Esa? Pues… - se quedo pensativo uso segundos- hace bastante tiempo tuve a alguien a quien quería mucho pero siempre termina igual, ya no me interesa tanto ese tema
- ¿Hablas enserio?
Me sorprendió totalmente, debería tener cierto interés pues Roy era un ángel y cualquier chica caería rendida a sus pies, claro que se pudo haber aburrido de todo eso, que las chicas anduvieran detrás de el o algo así pero seria un caso de uno entre millones, ni siquiera en mi imaginación había divisado a alguien mas perfecto que el...
- ¿Entonces no tienes polola?
- Pensaba que era mi turno
Me sonroje, debía parecer una interesada, me quede callada esperando que preguntara...
- ¿Que pensaste la primera vez que me viste?
- Que pensé..- me sonroje totalmente- bueno, pensé... ¿Porque me preguntas eso?
- Te evalúo, ahora respóndeme
- Pensé... pensé… pensé que eras… bueno… - cada vez disminuía mas el tono de mis voz- un ángel
- ¿Ángel? ¿No llevaba demasiado negro para ser uno?
- Eso fue lo segundo que pensé
- Claro… y la respuesta a tu pregunta es no
- ¿Y si quería cambiar la pregunta?
- Se que no era así
Me quede mirando por la ventana un buen rato pensando en alguna otra pregunta, me fije un poco mas y me di cuenta que habíamos parado y que estábamos ya en patronato, Roy salio del auto y antes de tocar la manilla el ya había abierto la puerta por mi, salí del auto y como siempre las personas nos miraban, seguramente a Roy...
- Tus colores favoritos- me pregunto
- ¿Mis colores...? Celeste y blanco
Comenzamos a caminar, yo observaba las vitrinas pero prestaba mas atención a Roy que caminaba rápidamente, luego de unos minutos entro a una tienda bastante grande, me di cuenta rápidamente de porque la pregunta anterior, aquella tienda solo vendía ropa clara pero con unos diseños bastantes extravagantes como la ropa del euro centro...
- ¿Contenta?
- Bastante
- Toma todo lo que quieras pero procura que no sea la tienda entera
- ¿Me estas llamando una compradora compulsiva?- le mire incrédula
- ¿Yo? ¿De verdad crees que yo creo que eres una compradora impulsiva?
- Pues... no se que decir
- Puedes comenzar por que es más importante
- Claro, una chaqueta
Comencé a observar a mi alrededor y vi una estantería llena de chaquetas, la tienda estaba algo llena y me costo un poco el esquivar a la gente para llegar a ese estante, comencé a revisar chaqueta por chaqueta, algunas tenia tela colgando pero eran muy cortas, yo quería una parecida a la sotana que tenia, otra que era algo mas larga pero con muchísimos detalles que la hacían bastante pesada, otra celeste que parecía mas polerón hasta que encontré una blanca que era bastante larga, algo mas abajo a mis rodillas, parecida bastante a mi anterior sotana pero con algunos detalles mas, tenia un gorro que en la parte de adentro era seda, dos bolsillos, botones dorados y algún que otro detalle.
De la nada apareció una mano que tomo la chaqueta, yo me di vuelta rápidamente, enfrente mío estaba Roy mirando la etiqueta de la chaqueta, probablemente me había seguido y yo ni cuenta me había dado...
- Te gusta lo mas caro ¿No?- dejó de mirar la etiqueta para mirarme- yo te tengo la chaqueta, puedes seguir viendo
- No es necesario que me lo digas, eso voy a hacer
Luego seguí viendo ropa, de ahí saque tres boleras, un pantalón, tres falditas, algunos accesorios tales como pinches, collares, pulseras, etc...
También compre un hermoso vestido blanco y un par de botas blancas.
Roy me había estado preguntando sobre mis gustos y cosas así, yo le hacia la misma pregunta que el me hacia, cuando me preguntaba de mi pasado se colocaba algo incomodo pues sabia que luego le preguntaría lo mismo, sobre su pasado no me contó nada y su familia tampoco.
Roy cargaba todo aunque no pareciera que eso pesara mucho, mejor dicho parecía que lo que afirmaba eran bolsas vacías, luego nos dirigimos a su auto, ya eran las 5:30, comenzó a andar con la mala costumbre de mirarme mientras maneja...
- ¿Quieres ir a alguna otra parte?
- No creo a menos que tú tengas un lugar
- Para mi suerte si lo tengo
Acelero y yo me exalte un poco, el andar a mucha velocidad me hacia sentir una molestia en el pecho, le mire por unos segundos, el poso su vista en el camino y de ves en cuando en mi, el silencio reinaba pues no se me ocurría que decir, Roy coloco música y claro que era la música que a mi me gustaba.
Luego de unos pocos minutos se detuvo, se bajo del auto y abrió la mía, yo baje del auto y al darme cuenta estábamos en una especie de bosque algo así, probablemente el parque O' Higgins en la parte que nunca pude conocer pues había bastante vegetación, algunos árboles y pude ver también una laguna.
Caminamos entre esta vegetación, estaba totalmente vacío exceptuando los animales, Roy y yo, nos detuvimos cerca de la laguna y nos sentamos, Roy coloco su chaqueta en el pasto para que me sentara pues llevaba solo ropa blanca y no quería que se colocara verde.
El sol estaba iluminando todo y aquella laguna lo reflejaba, se veía realmente hermoso pues aquel ambiente en santiago no se encontraba en ninguna parte, o al menos eso creía pues estaba en ese lugar maravilloso al lado de la persona mas perfecta.
Observe a Roy y tenia un tono de tristeza y confusión en su cara, estaba mirando a la laguna pero lo note demasiado pensativo como para creer que le estuviera poniendo atención.
- ¿Ocurre algo?
- Ángel... - parecía bastante dudoso de sus palabras- ¿Que fue lo que te dijo Bond?
En ese momento recordé todo lo ocurrido y que aun tenia que aclarar todas mis dudas, pensé que ese seria el momento ideal pues Roy había sido el que había tocado el tema...
- Pues, me dijo que los vampiros, los licántropos, las hadas… en fin, los seres míticos son reales
- ¿Que mas?
- Mm... - no quería decirlo, en ese momento mi cobardía con mi curiosidad estaban en batalla y aun no había un ganador- que vendías objetos raros, tipo mágicos o algo así
- Si… eso es verdad ¿Algo mas?
- Nada... - no estaba segura-... más
- Me estas mintiendo
- ¿Me estas llamando mentirosa?
- Se que te dijo algo mas
- Pues si lo sabes ¿Porque me preguntas?
Me miro con desaprobación, parecía molesto y seguramente lo estaba, no soportaba que las personas se enojaran conmigo, ya no quería que estuviera triste o enojado, quería estar con el tranquilamente...
- Esta bien- suspire- me dijo que me querías devorar el corazón pero antes yo tenia que cederlo
Le mire a la cara y note que decía algo pero lo decía tan bajo y rápido que no pude escuchar...
- ¿Me quieres explicar?
- Pues... no tengo otra opción, mañana hay luna llena ¿verdad?
- Ni… Ni idea ¿Porque?
- Mañana quiero volver a verte, probablemente ahí te pueda explicar todo
- ¿Y porque no ahora?
Me quedo mirando calidamente, pareciera que el estuviera viendo en mi una persona la cual acaba de mover sus piernas siendo paralítica, yo le devolví la mirada con curiosidad, estaba confusa...
- Mañana ¿Bien?
- Está bien
- Angelito... - parecía algo triste y feliz a la vez- ¿Me perdonas?
Le quede mirando dudativa, luego de pensarlo unos segundos sabia la respuesta, la verdad me había consentido bastante este día y me había prometido aclararme las dudas que tenia, además no había un mejor lugar para pedir perdón pues en ese lugar me sentía bastante relajada y razonable...
- Claro que te perdono
- Gracias
Comenzó a acercar su rostro al mío, me sentía algo invadida pues su cara estaba demasiado cerca a la mía, cada vez la acercaba mas lentamente hasta que sus labios estaban tan cerca de los míos que casi los podía sentir pero en ese momento se detuvo, yo tenia los ojos entre-abiertos pero Roy los tenia completamente cerrados.
Sentía el calor de su cara, solo oía mi respiración pero podía sentir la suya, como el aire calido rozaba mi piel, coloco las yemas de sus dedos en mi mejilla rozándola, a medida que la rozaba sentía como cada molécula en ese lugar vibraba y me producía un cierto cosquilleo, su tacto quedaba marcado en mi rostro...
- Angelito, quiero que me prometas algo
Su voz me producía escalofríos y cosquilleos en la mi espalda y estomago...
- ¿Que quieres que te prometa?
- Quiero que me prometas que pase lo que pase no te alejaras de mi
- ¿Y que podría pasar?
- Promételo por favor
En ese momento abrió los ojos, los tenia de un rojo intenso, su mirada me invadió, la preocupación se acentuaba en sus ojos.
- Esta bien, te prometo que nunca me alejare de ti pase lo que pase...

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